Muy significativo el verbo, "aplastar". Porque, bueno, es entendible que en este momento Moreira (los dos) y todos los priístas se sientan así, poderosos. Tienen al candidato mejor posicionado - por mucho - para 2012 (nos referimos al mismísimo Enrique Peña Nieto). Y no solo eso, el PAN pareciera que se está dejando aplastar a propósito, por una simple razón: en los últimos cinco años, la falta de candidatos del PAN, y de posicionamiento de éstos, ha sido, por decir lo menos, notoria.
Recapitulemos:
En 2009, se eligieron 6 gubernaturas, de las cuales 5 se fueron para el PRI y solamente una (Sonora) para el PAN, con Guillermo Padrés Elías como abanderado.
En 2010, las cosas fueron aún más complicadas para Acción Nacional. De las 12 gubernaturas que se jugaron ese año, el PAN ganó Oaxaca, Puebla, y Sinaloa pero... las tres en alianza con el PRD. Lo importante esta en que...
El candidato de Oaxaca, Gabino Cué, es un perredista de cepa; es más, es la mano derecha de López Obrador, aquel que sigue cuestionando la legitimidad de nuestro actual presidente panista.
Y, finalmente, Rafael Moreno Valle en Puebla. Él sí es panista... por lo menos desde 2006, cuando vio que su futuro político podría estar comprometido por el escándalo del entonces gobernador, Mario Marín, corrió a cobijarse al PAN y así, tres años después, se ganó la candidatura a la gubernatura. Nada tonto el muchacho.
Hoy por hoy, el ejemplo más claro es el Estado de México. El PAN estaba desesperado porque se concretara la alianza con el PRD porque, sencillamente, no tenía candidato que llevar a las urnas. Tuvo que recurrir a uno que ya había perdido la misma batalla hacía 18 años, miembro del ala de extrema derecha del partido, imposible que se identifique con la mayoría del electorado.
Así se encaminan los panistas a la elección presidencial de 2012. Listos para la aplanadora.
- El Monigote -
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