Oficialmente se impugnó la candidatura de Alejandro Encinas para gobernador del Estado de México. No fue Eruviel Ávila, el candidato del PRI; ni tampoco el del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, resentido porque lo dejaron como novia de pueblo con la alianza.
Jaime Enrique Félix, consejero estatal del PRD, denunció ante el Instituto Electoral del Edomex que Alejandro Encinas, el candidato del mismo PRD, que en el partido no se cumplieron con los requisitos internos para la elección del candidato. Por eso, está impugnando la candidatura de Encinas.
No cabe duda que los perredistas son expertos en meterse el pie, y eso se ve reflejado en su incapacidad de ganar nuevos espacios, y mantener los que ya conquistaron.
Hay que aceptarlo: el PRD no es un partido político. Es, y seguirá siendo, un grupo que acoge a todo aquel que se hace llamar de izquierda y reparte huesos para mantenerlos en sus filas. Es la única razón por la que siguen teniendo adeptos, porque aún pueden repartir parte del pastel.
Pero las divisiones internas, ocasionadas en gran parte por el reparto de puestos, que no siempre puede ser tan equitativo e igualitario como sus ilustres miembros "de izquierda" quisieran .
Esto trae como consecuencia más rupturas, más problemas a la hora de repartirse el botin entre tantas tribus, y se convierte en un círculo vicioso del que no parece que vaya a salir.
Podríamos sorprendernos de que el PRD en el Estado de México, pero no se nos olvide algo: ese no era el candidato del PRD; Encinas es el candidato de AMLO, de quien lo está usando para llegar a la dirección estatal del partido, de quien se está aprovechando para acumular capital político este año y crear un nuevo partido el siguiente.
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