Ahora resulta que nunca hubo pleito, que siempre se han querido. Cárdenas y el mesías tropical ahora son amigos, lo que nos hace pensar que la ambición por el poder es grande, grande. La República Amorosa no levanta, por lo que los caudillos de la izquierda ahora estrechan las manos y abandonan las diferencias. Sí, cómo no!
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