Y no, no me refiero a Megan Fox (ojalá).
Con tantas pendejadas que dice, la más reciente en el New York Times que causó un desgarriate en el país, Felipe Calderón demuestra que Vicente Fox no era pendejo: solo que los presidentes panistas tienen una maldición que los hace volverse unos completos imbéciles hacia el final de su gobierno.
Ya nos dimos cuenta que la esposa no tiene nada que ver, los presidentes panistas son pendejos por sí solos.
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