A pesar de que Ebrard, y tras él su procurador de justicia Miguel Ángel Mancera, lo nieguen, desde 2007 la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) ha reportado que el DF es una plaza peleada por los principales cárteles de la droga; el primer indicio es la cantidad de ejecuciones relacionadas con el narcotráfico, que han aumentado rápidamente aquí.
Según este informe, se disputan la capital el cártel de Sinaloa, de los Carrillo Fuentes, de Tijuana, Milenio, del Golfo, el cártel de Tepito, el colombiano del Valle del Norte. Esto fue en 2007, ahora, de acuerdo con Animal Político, son la Familia Michoacana, el cártel de Sinaloa, Los Zetas, el cártel del Golfo, el cártel de Juárez, y el del Pacífico Sur.
Esto no debería sorprendernos. El Distrito Federal es no solamente el centro geográfico del país, estratégico para las rutas de droga hacia Estados Unidos; también, es un centro importantísimo de operaciones y reuniones, y ni qué decir de su importancia como centro de consumo.
Todo esto solamente nos sirve como telón de fondo para hacernos una pregunta importantísima: ¿Por qué Marcelo Ebrard se niega en aceptar la presencia de cárteles de la droga en el territorio que gobierna? ¿Por qué la Procuraduría del DF niega los reportes de las instancias federales de seguridad, y dice que solo son narcomenudistas? ¿Por qué el afán de negar lo evidente?
Tanto esfuerzo en ocultar la presencia de los cárteles en el DF, se justificaría si él mismo tuviera intereses que proteger al proteger a a los cárteles. Y su actitud es muy sospechosa.
-El Monigote-
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